a inicios de octubre, iniciamos este proyecto cuando una señora por la calle nos dijo: “vosotros no lo entendéis todavía porque sois jóvenes pero llega un momento en la vida en la que una se vuelve transparente, como si no existiera”
afectados profundamente por esas palabras sacamos la cámara rápidamente y le tomamos una fotografía.
-¡aquí está! mire: usted existe
(su cara dibujó una pequeña sonrisa) -…gracias
Este fue el empuje vital con el que empezamos y desde entonces continuamos esta serie de fotografía callejera. Siempre habíamos trabajado la fotografía desde el vídeo o el dibujo pero jamás directamente desde la fotografía por sí misma.
La fotografía como una nueva herramienta con la que volver a mirar y salir para volver a mirar y retratar la ciudad a partir de lo que de verdad importa: las personas que habitan, caminan y viven ahí, cargando de sentido, memorias y sueños las agrietadas calles de nuestra ciudad. Con la colaboración de la maravilla Rin.