PINTURA QUEMADA

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Serie fotográfica de pintura iluminada y sobre expuesta con la colaboración y en agradecimiento a Rin que explora la idea del fotografiar la luz que irradian las pinturas en una deflagración transitable de ojos y cámara.

Me fascina filmar y fotografiar con detalle todo tipo de cuadros y mirarlos desde el visor de la cámara como si se tratara de una lupa binocular o un telescopio para focalizar la mirada y poder habitar temporalmente en ellos. Esta serie surgió por accidente, ante la rabia tremenda de encontrarme con esos dichosos destellos tocacojones de los focos de la sala que siempre reflejan en todas partes te acerques o te alejes y no permiten ver ni fotografiar la pintura en su totalidad. Siempre es algo que he odidado, hasta que me di cuenta de que esos reflejos provienen directamente de la pintura y no de los focos de la sala.

Vislumbres con relieve que revelan la orografía craquelada y las grietas relampagueantes del paisaje de un rostro. Luz quemada super masiva que desprenden los cuadros con la fuerza de la muerte de una estrella y que deslumbra refulgente y desplazada en cada cuadro como una aurora boreal en llamas que te acompaña en el paseo suspendida en el mismo punto del firmamento. Una infinita explosión creadora en cada pincelada y parpadeo, pintura que estalla y desaparece aniquilada y que vuelve a re nacer recién des-fosilizada, resplandeciente y cuarteada en cada mirar iluminado.

La visión del aire de Las Meninas ardiendo como una extraordinaria revelación de luz que no permite representación.

Disparar con una cámara al sol de la pintura.

Fotografías tomadas en museos de Berlín, Roma, Barcelona, Madrid y París.

PARTE I:

PARTE II:

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